21 de noviembre de 2008

TREN MISIONERO 25-10-2008

TREN MISIONERO 25 de octubre de 2008:
“COMO SAN PABLO, APÓSTOL POR VOCACIÓN”
CRÓNICA DE UNA JORNADA EN FIÑANA ALMERÍA.


Todo se gestó en la “Jornada Mundial de la Juventud” que tuvo lugar en Sidney del 15 al 20 de julio con el Papa Benedicto XVI y los jóvenes, ha llegado hasta octubre con el DOMUND y ha continuado con el tren misionero. Aunque no podemos olvidar que seguirá hasta la venida del Papa a Madrid en el 2011, en donde, si Dios quiere, allí estaremos.

El Papa planteó que todo cristiano, por estar bautizado, es misionero. Enseñó que ser misionero es conocer a Cristo, estar unido a Él y a su Iglesia y estar entregado a proclamarlo a los cuatro vientos y animar a todos a hacer lo mismo, sabiendo que para esta misión se cuenta con la ayuda del Espíritu Santo, el mismo Espíritu que impulsó a Jesús.

El lema del Domund de este año ha sido: “Como San Pablo, apóstol por vocación”. Con este lema en nuestro corazón vivimos la jornada del tren misionero.
Un grupo de 35 personas, de muy diversas edades, iniciamos un viaje en tren rumbo a Fiñana, un pueblo de Almería.

Comenzamos con la oración del Domund y continuamos con la lectura de la vida de Pablo, una reflexión sobre la importancia de la “luz” en la conversión de Pablo y de la “cruz” en todos sus viajes misioneros. De la misma manera, nosotros somos guiados por esa luz para anunciar a todos los hombres la buena noticia: Jesús está entre nosotros y nos ama. Este anuncio no está exento de problemas, dificultades, contratiempos y “cruces”, pero hay una “Cruz” más grande que es la que nos sostiene y la que nos da fortaleza, la de Jesús. En ella depositamos nuestra confianza y nos proporciona la luz que necesitamos.

Para terminar, se les entregó una pequeña vela dibujada, en donde tenían que escribir algo que les diera luz en su vida y hacer una petición a Jesús que les iluminara el camino misionero. También se les entregó un papel en blanco para que dibujaran una cruz y la recortaran con las manos, asumiendo la dificultad que conlleva y en ella debían de escribir un compromiso.
Después, jóvenes voluntarios/as pasaron por los vagones para animar con juegos y canciones a chicos y grandes.

Cuando llegamos a Fiñana, después de dos horas en tren aproximadamente, caminamos unos 6 Kilómetros entre subidas y bajadas hasta llegar a la Iglesia, en donde nos recibió el alcalde y nos dio la bienvenida. A continuación rezamos el Ángelus.
Se hicieron grupos de reflexión en los que se animaron con juegos hasta la hora de la comida. Nos dirigimos a un pabellón cubierto, en donde comimos y cantamos todos juntos.

Después emprendimos la marcha para la iglesia nuevamente y participamos en la Eucaristía, con la lectura de peticiones y con una ofrenda. Posteriormente reanudamos el camino hasta la estación de RENFE y regresamos a Granada.
La jornada, aunque madrugamos, mereció la pena: aprendimos y vivimos la experiencia de ser misioneros, nos divertimos en el tren y estuvimos en contacto con otros grupos de diferentes parroquias y colegios. Además, todos los que íbamos de la parroquia -niños, jóvenes y adultos- tuvimos la oportunidad de conocernos y relacionarnos de forma diferente y más personal.

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